Iniciamos las entradas de este blog con una mirada al pasado más remoto de los estudios científicos sobre becada de los que hemos podido tener constancia. Es cierto que ya desde la edad media en libros de caza y literatura popular europea se recogen referencias, observaciones y anotaciones sobre la becada, pero no encontramos estudios reglados, con metodología clara y estandarizada, hasta principios del siglo XX. Dedicaremos varias entradas a estos pioneros.
La primera publicación que hemos encontrado que pasara en su momento el filtro de las publicaciones científicas hace referencia a la cría de la becada en Irlanda y se remonta al año 1917, apareciendo publicada en las actas de la Sociedad Zoológica de Londres. Se trata del trabajo de S.R. Douglas: “An experimental Investigation of the migration of woodcock breeding in West Ireland” (Proceedings of the Zoological Society of London, 1917: 159-166).
En dicho trabajo se trataba de conocer los movimientos migratorios de becadas nacidas en el noroeste de Irlanda a través del anillamiento de pollos allí nacidos y recuperación posterior de las anillas por cazadores. El estudio comenzó anillando 33 becadas en el año 1910, 48 en 1911 y 50 anualmente desde 1912 hasta 1916, totalizando 331 becadas anilladas en 7 años. De estas becadas se recuperaron 55, principalmente a través de la caza, y se registró el peso de todas ellas para compararlas con el peso de otras becadas cazadas en la zona y no anilladas, de las que también se recogía este dato.
Los resultados más reseñables son que de las 55 recuperadas, 48 lo fueron en la propia zona de estudio (33 de ellas en las inmediaciones del bosque en que fueron anilladas). De las 7 restantes, 3 se recuperaron a 10 millas (16 km) al sur, 1 a 40 millas (64 km) al sur, 2 a 15 millas (24 km) al norte y la última a 800 km, en el mercado de Bilbao, habiendo sido cazada en Morga (Vizcaya) seis meses después de su anillamiento. La mayoría se recuperaron el mismo año de su anillamiento, pero en enero de 1917 se cazó una de las anilladas en 1910.
En la comparativa de pesos encuentran que la media de las anilladas es superior al de becadas no anilladas, 12,7 onzas (360 g) frente a 12,1 onzas (343 g).
Con todo lo anterior establecen tres tipos de becadas según su comportamiento migratorio en la zona, lo cual resulta similar y comparable a una clasificación que hace otro investigador que estaba estudiando el estornino en las islas Shetland por aquel entonces:
-becadas residentes que nacen y permanecen allí;
-becadas que nacen en la zona y después migran en dirección sur;
-becadas que llegan del norte en invierno.
Anotaciones sobre bolsas de caza, sobre avistamientos de nidos con sus descripciones, sobre el hábitat de la becada, sobre datos de las becadas cazadas, sobre anillamientos de becada, etc, sin duda un primer trabajo apasionante, en el que encontramos muchos paralelismos con los primeros estudios realizados en España con la becada, solo que con casi un siglo de retraso…
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